El estudio de la vida intrapenitenciaria
Dr. Jacobo Herrera Rodríguez
Universidad de Guanajuato
Lic. Ana Karen Carranza Nájera
Dirección de Reinserción Social de Aguascalientes – México
El estudio de la vida intrapenitenciaria y las variables que le rodean, se ha dado desde diversas modalidades. De acuerdo con el estado del arte los primeros datos provienen de trabajos relacionados con la compilación histórica y la narración descriptiva de las condiciones y ambientes que se relacionan con este tipo de establecimientos, tal y como se reporta en literatura especializada (Uribe, 1975; Howard, 2000; Hinkle, 2006; Beccaria, 1774, 2007). Posteriormente, la investigación en medios penitenciarios ha abordado temáticas diversas, como el estudio de los procesos adictivos a sustancias y el análisis de las variables relacionadas con la efectividad de los tratamientos rehabilitatorios intramuros (Megias, 1990; Brown, 1995), los códigos y criterios de ajuste social del interno (Caballero, 1982), y el análisis de la conducta del interno desde una perspectiva ecológica conductual, realizada empleando la observación natural como medio de obtención de datos (Domínguez, 1982). Sin embargo, dentro de los trabajos antecedentes, mayoritariamente se han planteado análisis unidireccionales, concentrados en la descripción y análisis de elementos penitenciarios o criminológicos, o bien en rasgos de tipo psicopatológico, pero con escaso abordaje de la interacción que plantea la relación institución penal-individuo recluido.
Por otra parte, el acervo de publicaciones hechas desde las especialidades de la psicología criminológica y penitenciaria, permite identificar que uno de los principales intereses de estudio ha sido la perfilación de criminales responsables de un tipo específico de delito, por ejemplo los homicidas (Ellis y Gullo, 1978; Goldstein, 1978; Marchiori, 2002 a y b), los agresores sexuales (Boer, Hart, Kropp y Webster, 1997; Clemente y Fernández, 1994; Pérez, et al., 2008), de los delincuentes juveniles (Garrido, Herrero y Masip, 2002) y de la delincuencia femenina (Lorenzo, 2002) por mencionar algunos.
El estudio de la vida intrapenitenciaria
La conducta violenta, es otra temática recurrente en contextos científicos, destacando en este sentido algunos análisis experimentales, donde se ha encontrado relación funcional entre la observación de modelos y la conducta violenta (Bandura, 1973), así como una relación entre la frustración con la emisión de ése mismo tipo de conductas (Dollar, Doob, Miller, Mowrer y Sears, 1939; Berkowitz, 1989). Dentro del análisis de la violencia, pero de forma teórica, Baselga y Urquijo (1974) encontraron los componentes de la violencia entre estudiantes universitarios, descubriendo que las actitudes insertas en la interacción tienen una función importante, en el control y emisión de la agresión.
En otro sentido, diversos reportes dan evidencia del desarrollo de una psicometría especializada en poblaciones criminales desde la que se han evaluado indicadores como: 1) psicopatía, 2) personalidad antisocial y 3) tendencia antisocial y delincuencial en menores, entre otros (Aluja y Torrubia, 1996; Blackburn y Fawcett, 1999; Seisdedos, 2004; Sobral et al., 2007). Dentro de esa psicometría criminológica, Moos, Moos y Trickett (1995) aportan una escala que evalúa el clima social dentro de instituciones penitenciarias, a partir de un análisis de las dimensiones que forman la percepción del clima social por parte del interno-paciente, o bien del trabajador penitenciario. Como un antecedente de empleo de la Escala de Clima Social para instituciones penitenciarias, Del caño y Domínguez (2000) revisaron en España las percepciones del personal e internos penitenciarios con respecto a sus instituciones de adscripción laboral o de reclusión, encontrando que éstas eran negativas, señalando la percepción de mal clima laboral en los empleados y de poca confianza en los tratamientos por parte de la población penitenciaria, todo esto ligado a variables como la masificación, la insalubridad, la poca preparación del personal técnico, el escaso vínculo con la comunidad externa y el bajo nivel formativo.
Así considerando que evaluar variables componentes de los tratamientos penitenciarios es una premisa importante, se consideró que la CIES es un instrumento factible para emplear en procesos de investigación académica, o como un recurso disponible para que los directivos penitenciarios revisen su trabajo…«Ver Artículo Completo»
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FUENTE
Autor: Dr. Jacobo Herrera Rodríguez (Universidad de Guanajuato) y Lic. Ana Karen Carranza Nájera (Dirección de Reinserción Social de Aguascalientes – México)
Título: Evaluación de la percepción del clima social en un centro penitenciario femenil (pp. 49-61)
Revista: Archivos de Criminología, Seguridad Privada y Criminalística. Año 2, vol. III agosto-diciembre 2014/Year 2, vol. III august-december 2014
07/07/2022