La imagen desde una perspectiva criminológica
Roberto Alonso Ramos Erosa
Colegio Libre de Estudios Universitarios
México
Con la llegada de la televisión se rompen los paradigmas impuestos, antiguamente, por la radio y la prensa escrita, y es que el poder de la televisión no reside propiamente en esta, sino en la imagen. La imagen representa una autoridad que no había podido ser explotada por los diarios y por la radio, así la imagen corrompe la comunicación lingüística de la que hablaba Sartori. Zaffaroni (2011) menciona:
Una comunicación por imágenes necesariamente se refiere siempre a cosas concretas, pues eso es lo único que pueden mostrar las imágenes y, en consecuencia, el receptor de esa comunicación es instado en forma permanente al pensamiento concreto, lo que debilita su entrenamiento para el pensamiento abstracto.
Recordemos que las cosas concretas, de las que aquí se señalan tomando de referencia a Zaffaroni, son aquellas que están y que son visibles, por lo tanto la imposición de una imagen que muestra cosas concretas, reduce la capacidad de abstracción. La imagen en la televisión al ser concreta, se da por hecho, porque lo que se muestra ahí, es lo que se cree, no se cuestiona ni se pone en tela de juicio.
La artimaña de la comunicación por imágenes consiste en que impactan en la esfera emocional de las personas, esto quiere decir que tienden a provocar sentimentalismo en el público espectador. A parte la imagen sintetiza en gran medida la noticia, se transmiten más imágenes que noticia, lo que impide darle un contexto adecuado a la información, pues lo que se ve en las imágenes, se cree, da las herramientas necesarias para comprender la totalidad de un hecho como dijo Baudrillard (1991): “La guerra del golfo no ha tenido lugar”, esto señalando evidentemente que lo único que se veía en los noticieros, de aquella época, eran disparos, bombardeos, ataques ,etcétera, y todos asumían una guerra pero nadie (que no viviera en la región del golfo pérsico) sabía si esa guerra era de verdad o ¿Cuál era la causa de esa guerra? Pero con aquellas imágenes el espectador creía entender todo el contexto de la dichosa guerra.
Así también el espectador se queda con la idea de que entendió la noticia. La reducción de la información y el aumento de las imágenes, conlleva evidentemente un empobrecimiento tanto del pensamiento racional como del lenguaje: “Se dice que la televisión no usa más que unas mil palabras, cuando en una lengua podemos llegar a usar unas treinta mil (Zaffaroni, 2011)”.
La imagen desde una perspectiva criminológica
Pero también en ocasiones no se percibe lo que se mira, por ejemplo en un experimento realizado por Christopher Chabris y Daniel Simons (1999) en la universidad de Harvard llamado: El gorila invisible pusieron a un grupo de individuos a mirar un video donde había seis personas, tres vestidas de blanco y tres vestidas de negro. Estos dos equipos tenían un balón de basquetbol y con él realizaban pases entre ellos mientras se movían de forma aleatoria. A la gente que miraba el video se le daba la instrucción de contar el número de pases que realizaba el equipo blanco, conforme transcurría el video aparecía un gorila en la pantalla, pero lo que sorprende es, que más de la mitad de los sujetos de este experimento no lograron notar al gorila. Esto sucede cuando el espectador está sobresaturado con estímulos, hay tantos que no puede prestarle atención a todos ellos, por lo que selecciona a cuales dirigir su atención.
La televisión sobresatura al espectador de estímulos, transmitiendo cantidad innumerable de imágenes, provocando que enfoque su atención en una cosa, usualmente esta cosa, que se muestra como el elemento principal, distrae la atención de otras cosas que en realidad son las más importantes (aunque igual no importa, porque su capacidad de abstracción ya se ve disminuida). Usualmente estas técnicas son muy utilizadas por el marketing para vender su producto. El marketing actualmente se vale de algo que ya se mencionó: El sentimiento, así el propósito principal es impactar la esfera emocional del público para vender un producto. Pero esta técnica no sirve sólo para vender un producto, también puede ser utilizada para vender una idea, como lo hacen algunas campañas políticas o en pro del medio ambiente. La realidad es que la mayor parte del contenido televisivo siempre trata de vender algo: Un estilo de vida, un producto, una idea, una persona, etcétera. Esto lo logra a través de diferentes medios como: Telenovelas, noticiarios, comerciales o películas donde todos se valen de un discurso y casi todos ocupan el mismo método ya mencionado: La sensibilización.
En la televisión todo lo sensible vende más que la cultura o la educación, por ejemplo: Si bien el lujo (casas, carros, ropa, etcétera) es una cuestión material provoca un deseo y ese deseo vende más (aunque el deseo también tiene su contraparte, su paradoja), la sangre vende, el héroe y la víctima venden, el perrito desamparado vende y así hay una lista interminable de cosas sensibles que venden mucho. La mayoría de las veces, todo lo que ya se mnecionó, solo es un transporte para provocar algo más profundo aunque, aparentemente, no tenga mucha importancia, así las cuestiones que aparecen en segundo plano, pueden incitar a la tristeza, depresión, odio, violencia e ira, se mencionan estas cualidades porque usualmente son algunos de los propósitos del segundo plano y pueden causar esos sentimientos. Pero esto no quiere decir que todos los sujetos poseedores de estos sentimientos y emociones vayan a canalizarlos de una manera socialmente no aceptada, habrá a quien esto le provoque el deseo de superación por medios legítimos.
En la televisión hasta lo más mínimo tiene un significado, que bien puede ser perceptible o no.
Y es aquí donde la Criminología Mediática hace su triunfal aparición, encontrando y explicando los posibles nexos causales entre el contenido mediático, la violencia y el crimen.
Quién esto escribe divide la Criminología Mediática en tres propósitos: El miedo, deseo y la confusión. Pero en este pequeño escrito solo se enfocará en el primero: El miedo. Los propósitos antes mencionados, siempre, de alguna forma van controlar pero hay que tener claro que tener controlado a alguien no siempre implica el uso de la fuerza, así para un Estado es más conveniente mantener controlada a su población por medios no tan bélicos…«Ver Artículo Completo»
” La imagen desde una perspectiva criminológica ” – Extracto de:
FUENTE
Autor: Roberto Alonso Ramos Erosa (México)
Título: El sistema mediático mexicano desde una perspectiva criminológica: Retos y conflictos/The mexican media system from a criminological perspective: Challenges and conflicts (pp. 46-61)
Revista: Archivos de Criminología, Seguridad Privada y Criminalística. Año 2, vol. IV enero-julio 2015
25/10/2022