La situación criminológica actual
Dr. Gino Ríos Patio
Universidad de San Martín de Porres – Perú
Hoy en día, la conocida expresión de Emile Durkheim de que el crimen es algo normal o natural y hasta útil o necesario en la sociedad, no solo mantiene vigencia sino que aparece más real que nunca.
Recordemos que para Durkheim, el delincuente era un sujeto normal y el delito era normal y positivo porque no existe una sociedad que no posea criminalidad, siendo anormal solo cuando descendíamos debajo de ciertos límites; y en cuanto a su positividad, porque fortalecía la moral del Derecho y era funcional para la sociedad, convirtiéndose en patológico cuando descendía por debajo de ciertos límites.
Para rubricar estas consideraciones pronunciadas durante la defensa de su tesis doctoral en La Sorbona, ante sus escandalizados examinadores, refirió que Sócrates, de acuerdo con el Derecho ateniense, fue un criminal, pero que su crimen (Independencia de pensamiento) fue útil no solo para su patria sino para la humanidad entera.
Posteriormente, Gabriel Tarde criticó duramente la aseveración de Durkheim, de que el delito era algo normal, suscitándose entre ambos una célebre polémica. Tarde preguntaba: ¿Cómo justificar la represión de lo que se hace bien? Con esta lógica algunos piensan que desbarató la afirmación de Durkheim.
La situación criminológica actual
El hecho es que en la sociedad contemporánea, el crimen está estrechamente vinculado en nuestra cotidiana existencia social, son parte de nuestro diario vivir. En efecto, todos los días los medios de comunicación escritos, radiales y televisivos, informan abundantemente de crímenes perpetrados en todas las modalidades inimaginables y del incremento exponencial de los índices de criminalidad.
A tal punto ha llegado esta situación que hasta parece que las novelas y cuentos de antaño, han cobrado realismo en nuestros días. Inclusive las antiguas series televisivas sobre crímenes y juicios han sido superadas en imaginación, truculencia y rating por las noticias reales. Las secciones periodísticas denominadas “crónicas policiales o rojas” han desaparecido porque ya no son la excepción a la mayoría de noticias del órgano informativo sino la regla. En definitiva, el crimen ya no ocurre en la periferia o marginalidad. Se ha instalado entre nosotros. Todos somos, de una u otra manera, victimarios, víctimas o testigos y alrededor de esos roles se generan una serie de sentimientos diversos y encontrados, obviamente emocionales antes que racionales. Gobernantes y gobernados nos encontramos en medio de esta vorágine.
Como consecuencia de semejante situación, estamos plenos de convencimiento de que las políticas criminológicas son el resultado del estudio, análisis y reflexión de especialistas; y que lo que se persigue lograr a través de ellas es la salvaguardia de nuestra libertad y derechos fundamentales, para lo cual se busca sancionar cada vez más gravemente los crímenes. Sin embargo, no queremos advertir que dicha respuesta es absolutamente ineficaz. No nos damos cuenta que, probadamente, ese no es el camino para reducir y controlar la criminalidad, pues las tasas del crimen se
incrementan en vez de reducirse….«Ver Artículo Completo»
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FUENTE
Autora: Dr. Gino Ríos Patio (Perú)
Título: La criminalidad en la realidad peruana: ¿Qué hacer? Una aproximación y propuesta estratégica (pp. 106-112)
Revista: Archivos de Criminología, Seguridad Privada y Criminalística. Año 1, vol. II enero-julio 2014
07/05/2018