Factores que median para cometer delitos
Dra. Martha Fabiola García Álvarez
Sociedad Mexicana de Criminología capítulo Nuevo León – México
Además de las influencias externas e internas, intervienen las negativas cargadas de violencia y que son multifactoriales, siendo por ejemplo los amigos, problemas psicológicos, falta de comunicación, ausencia y separación de padres, violencia intrafamiliar, vicios, presiones, falta de amor y de atención, violación, malos ejemplos, hogares rotos, paternidad irresponsable, conflictos entre padres e hijos, patrones de conducta desviados en el hogar, familia numerosa, vicios, falta de formación de valores, arrestos, maltrato de pareja, rechazo de familia, irresponsabilidad y despreocupación de las normas, es una forma de vida. Identificándose una actitud rebelde por estas influencias, expresando la violencia pasiva y/o activa y, desencadenando crisis afectivas, algunas con grado patológico, cargadas de gran agresividad.
La historia de vida de las personas que cometen delito, es otro de los factores a considerar, ya que han tenido una vida de violencia desde la niñez que, necesariamente desencadena en conductas agresivas y autodestructivas en el futuro. Algunas de las teorías que han tratado de explicar la generación de violencia expresada en forma de delito, son las Corrientes Modernas, mismo que se divide en Interaccionismo simbólico, Psicología radical y Criminología crítica. En el primero, el comportamiento humano y la vida social están en continuo movimiento, y la sociedad se encuentra en un proceso y no en un equilibrio. Por tanto, “las investigaciones deben de reposar sobre la observación, donde toda conducta tiene un significado que es interpretado por el individuo, ya que ha aprendido símbolos por medio de la interacción humana” (Rodríguez, 1997).
La forma del delito consta de una víctima y un trasgresor de la acción y de su reacción al delito y su control; mismos que cambian de acuerdo con los distintos tipos de transgresión (Orellana, 2007).
Por lo tanto, el cuerpo teórico de este enfoque descansa en tres premisas: la primera establece que las personas actúan en relación con las cosas, así como respecto a las otras personas con base en los significados que esas cosas o personas tienen para ellas. No responde a estímulos solamente, sino que el significado determina la acción. La segunda señala que los significados son productos sociales que surgen durante la interacción, así las personas aprenden de las otras personas a ver el mundo. La tercera afirma que los actores sociales asignan significados a situaciones, a otras personas, a las cosas y así mismos mediante un proceso de interpretación (Silva, 2007).
En el análisis y teorías sobre fenómenos relacionados con las ciencias sociales y de la salud ha prevalecido el dualismo cartesiano mente-cuerpo, que ha llevado a una falsa dicotomía entre eventos psicológicos y orgánicos, como si pertenecieran a reinos diferentes y obedecieran a distintos sistemas de leyes. El comportamiento y las manifestaciones psicobiológicas son señaladas como resultantes de interacciones complejas de variables de diversos niveles. La frecuente remisión para descartar componentes biológicos o sociales queda sin sustento, pues necesariamente constituyen el fenómeno, interrelacionándose y retroalimentándose en procesos complejos. Esta interacción implica asumir la multicausalidad (Silva, 2008).
Factores que median para cometer delitos
Respecto a las Teorías Psicológicas, éstas explican la conducta delictiva de manera interna, respecto a la personalidad del individuo y los problemas psicológicos que trae consigo desde la niñez. Asimismo, hace referencia a los Factores Criminógenos, como los endógenos, predisponentes, preparantes y desencadenantes. Explica los rasgos de la personalidad, Inintimidabilidad (ausencia de sentimientos de compasión); Egocentrismo; Agresividad; Intolerancia a la frustración; Rechazo a la autoridad; No control de los impulsos; Labilidad emocional; Incapacidad o Indiferencia afectiva; Rol Sexual; Nocividad Delincuencial; Estado Peligroso o Índice de Peligrosidad.
Asimismo, hace referencia al diagnostico y tratamiento del delincuente que requerirá un trabajo interdisciplinario. Así como también, identifica el grado de relación que existe entre la conducta delictiva y ciertas experiencias agresivas frustrantes, inhibitorias y destructivas por la que ha pasado el individuo durante el curso evolutivo de su vida (Silva, 2007). Otro de los factores que estudia la Psicología, es el comportamiento delictivo temprano y, toda la relación que tiene la violencia con la criminalidad, desde la infancia, con sus antecedentes, aprendizajes, llevando a cabo como un patrón agresivo y violento que continúa hacia la adultez y, la mayoría de las veces repite esa misma conducta con sus descendientes.
Algunos de los resultados de la investigación realizada en el CPRF (García, 2011), con respecto a la mujer delincuente, es el aprendizaje de su familia actitudes y conductas nocivas para ellas mismas, pudiendo ser genético, de acuerdo a otras investigaciones entre la delincuencia y el síndrome de Klinefelter por la cromatina positiva; entre la violencia y la presencia en el careotipo de un cromosoma y suplementario. Lo que se traduce en una fuerte disposición al delito, con la necesaria presencia del factor desencadenante, esto es, el estímulo criminógeno, pero debiéndose agregar otros factores, como los psicológicos, los sociológicos y los ambientales (Barrita, 2008).De este modo, la conducta humana es el reflejo de la personalidad en la medida en que ella reacciona ante los estímulos que el mundo le depara de acuerdo con los mecanismos que la integran; el fenómeno herencial juega un papel importante en el comportamiento (Reyes, 1999). Otras de las cuestiones a tomar en cuenta para el análisis de la violencia y la conducta delictiva femenina, son las desigualdades naturales que existen entre el hombre y la mujer, las cuales son físicas, endocrinológicas, psicológicas, sociales y criminológicas (Lima, 1991).
Los factores anteriormente descritos influyen de manera importante en la generación de conductas delictivas, sin embargo, la personalidad es determinante, ya que proporciona datos concretos sobre las causas que provocan esa conducta ilícita. Las circunstancias en que se da el delito, la actitud de la delincuente ante la forma en que ve ésta al mismo y la no aceptación del ilícito cometido, la participación de la violencia como proceso desencadenante en este tipo de conductas, son parámetros que al tomarse en cuenta, proporcionan la forma de pensar de la delincuente y pueden ayudar a prevenir la delincuencia.
En la violencia, participan el victimario y la víctima, siendo indispensable conocer el perfil de la última. El delincuente proyecta a través del delito sus conflictos ya que esta conducta implica perturbación y ambivalencia (Marchiori, 2001). La personalidad criminal es un compendio de factores biológico sociales, pero el primero sólo puede tener un carácter predisponente, siempre que se dé una interacción con los factores sociales; el segundo, no produce su efecto nocivo si no incide en un terreno propicio…«Ver Artículo Completo»
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FUENTE
Autor: Dra. Martha Fabiola García Álvarez (México)
Título: Constelación de los sistemas que se relacionan con la violencia y la criminalidad femenina (pp. 26-32)
Revista: Archivos de Criminología, Seguridad Privada y Criminalística. Año 2, vol. III agosto-diciembre 2014/Year 2, vol. III august-december 2014
12/06/2022